El astrolabio de Azarquiel

El astrolabio de Azarquiel

viernes, 7 de enero de 2011

Choque de titanes: Benedicto vs. Hawking.

Prácticamente, con el día de Reyes finiquitado, podemos dar por terminadas las navidades, aunque más de uno las alargará hasta el próximo domingo.
Unas navidades que parecían tranquilas, a pesar de la crisis que nos está fustigando, pero a última hora se ha liado la de Dios, y nunca mejor dicho. ¿A qué me refiero?

Bien, todo viene por el reciente libro publicado por el grandioso físico Stephen Hawking (una de las mentes más preclaras que hay ahora en este planeta) junto a su colega norteamericano Leonard Mlodinow. El libro, en principio uno más de divulgación científica sobre el origen del Universo, titulado El gran diseño, sorprendentemente ha supuesto una auténtica bomba en los círculos más ortodoxos del catolicismo.


Stephen Hawking explicando el Universo (Fuente: momento24.com)

Entre otras cosas, Hawking afirma que Dios no fue necesario para crear el Universo, sino que las propias leyes de la Física han dado como resultado inevitable todo lo que conocemos. Esta afirmación es algo que ya se suponía desde que la ciencia comenzó a ser algo serio (empezando por el Principio de Occam), pero casi nunca se había dicho tan alegremente (sobre todo en tiempos pasados, en los que cualquier salida de tono del sistema ptolemaico podría suponer la hoguera, como ya le ocurrió tristemente a Giordano Bruno).



Portada del nuevo libro de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow (Fuente: http://www.casadellibro.com/)

El libro salió en septiembre del pasado año, y no dejó de ser una curiosidad más del carácter atrevido de Hawking. El problema vino ayer mismo, cuando el Papa Benedicto XVI arremetió contra la ciencia en general y contra Hawking en particular. Debe ser que se ha leído el libro en estos meses y al entenderlo, ha montado en cólera.
Benedicto, en su homilía de ayer, acusa a la ciencia de no poder explicar el origen del Universo. Según sus palabras: "el Universo no es producto del azar como algunos quieren hacernos creer".

Además añadió: "No debemos dejarnos limitar la mente con teorías que siempre llegan sólo hasta cierto punto y que, si nos fijamos bien, no están en competencia con la fe, pero no pueden explicar el sentido último de la realidad".

Montado ya en su cruzada contra la ciencia, terminó negando los hallazgos científicos que nos ayudarán a comprender el origen de las cosas (por ejemplo, la búsqueda de la partícula de Higgs, también llamada partícula de Dios en los medios sensacionalistas, con el acelerador de partículas del CERN).


Benedicto XVI bendiciendo a Stephen Hawing (antes de publicar el libro, claro) Fuente: http://www.hola.com/)

Personalmente, me parece que estamos mezclando churras con merinas. En ciencia, NUNCA debemos meter a Dios para explicar cualquier fenómeno, porque sino sería un comodín estupendo cuando encontrásemos cualquier escollo, y claro, dejaría de ser ciencia.

A mí, estas discusiones entre fe y razón, me parecen de otros tiempos más oscuros. Me temo que tenemos un Papa un tanto anticuado para estar en el siglo XXI. Si hasta el anterior, Juan Pablo II, se disculpó por el juicio al que fue sometido Galileo por la Iglesia por pensar que el Sol era el centro del Sistema Solar.

Si esta discusión hubiera ocurrido en el siglo XVI, Hawking sería ya carne de hoguera, pero afortunadamente la Iglesia hoy en día no tiene ese poder de hacer callar al molesto. Benedicto debería seguir con sus teologías y no meterse en berenjenales que no comprende y que lo único que hacen es confundir y atemorizar al profano. Si Dios existe, no es objeto de estudio por parte de la Ciencia, ya que hoy por hoy no se puede demostrar.

Es cierto que la Ciencia aún no ha llegado con sus métodos al momento 0 del Big Bang, pero ¿acaso ha llegado la religión? ¿han explicado ellos quién creó a Dios? ¿han dado, por ventura, alguna explicación satisfactoria sobre todos los enigmas científicos que todavía quedan por desvelar? A fe mía que no.

La diferencia mayor es que la Ciencia, fiel a sus principios, sigue investigando todos estos temas (como por ejemplo, la reciente teoría M, que pretende unificar las cuatro fuerzas del Universo), mal que les pese a muchos, incluido el Papa Ratzinger. En cuanto vea el libro de Hawking y Mlodinow, lo compro antes de que sea incluido en el Indice de Libros Prohibidos o hagan una pira con todos los ejemplares.

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