El astrolabio de Azarquiel

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lunes, 14 de abril de 2014

La invasión de las ratas gigantes.

No, no es el título de una película americana de serie B, aunque bien pudiera serlo. Se trata, nada más y nada menos que de una auténtica invasión de ratas de gran tamaño (2 pies, unos 60 cm de longitud) que está aterrorizando a los habitantes de varias ciudades del Reino Unido, incluida la capital, Londres.

El hecho comenzó hace unas pocas semanas, cuando varios ciudadanos ingleses descubrieron con asombro que unos "bichos gordos", del tamaño de un gato, se paseaban por sus casas. Bueno, no sólo se paseaban, sino que se trasegaban todo lo que podían (y si se descuidan, les abrían el frigo para ver qué había).

Rápidamente estas personas llamaron a los especialistas en plagas, y éstos, tras un tratamiento con una serie de venenos, descubrieron que no les hacían ni cosquillas. Ahí es cuando se desató la alarma: unas ratas del tamaño de un gato y que eran inmunes a cualquier veneno convencional.

Consultado el caso con expertos, éstos fueron de la opinión de que estas ratas habían crecido de una forma tan desmesurada porque, atención, se habían alimentado de comida basura (mucho ojo los que os gusta este tipo de comida, porque ya veis que os podéis poner como centollos). Y no sólo eso, sino que cuanto más grandes se hacen, más hambre tienen y más crecen (verdaderamente prefieron a los Gremlims, que al menos son adorables si no se les moja).

En Canarias ya tuvimos en el Pleistoceno una rata gigante de unos 25 cm (Canariomys bravoi) (Fuente: Wikipedia, Autor: M0rph)


En estos momentos, la cosa tiene mala pinta. Siguen sin encontrar un veneno adecuado, y los que hay los van tolerando (vamos, que casi les sienta hasta bien, como si fuera ketchup).

¿Qué más se podría hacer? Nadie lo sabe con seguridad, pero todo el mundo está en ello (incluidas las autoridades británicas). Hace un año, hubo una plaga de ratas gigantes en Irán, que fue combatida a base de fuertes venenos. En este caso no quedó claro si este supertamaño se debió a la alimentación o a una mutación genética. Para el doctor David Baker, de la Universidad del Estado de Louisiana, USA, es poco probable que el tamaño alcanzado por estas ratas se deba a una mutación, sino que en determinadas condiciones ambientales pueden crecer bastante. Según Baker, en la Edad Media, las ratas negras crecieron tanto, que eran capaces de arrastrar a bebés (más pequeños que los actuales, debido a las penurias) cuyos padres habían descuidado.

Y yo me pregunto, según estamos modificando el Medio Ambiente del planeta ¿no habrá todavía más sorpresas en forma de plagas animales de tamaños desmesurados que ni siquiera sospechamos? No nos estamos tomando la Ecología tan en serio como debiéramos.

Bueno, después de este suculento post, voy a ver qué hay de cena.

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